Baldemar Guerra

Baldemar Guerra went home to the Lord peacefully the morning of December 15, 2019 in Houston, Texas. Baldemar was born in Los Guerra, Tamaulipas, Mexico on October 13, 1948. He was the 5th of 9 children of Manuel and Agapita Guerra. The values of strong work ethic and integrity were instilled very early by his loving parents to help the family move forward. Early in the 1960s, Baldemar made the decision to start working in the US to be able to provide more for his immediate family and plan for his future. His work commenced in South Texas border towns, took him to the California fruit fields and ultimately brought him to Houston, where his roots would be planted. After working at Champions Golf Course as a groundskeeper for several years, Baldemar learned and mastered the trade of residential painting. Over the years, he worked for various painting companies, working in many Houston area neighborhoods until forming his own company in the late 1980s. There he would be his own boss until retirement. During this time he formed countless friendships that would be part of the rest of his life. In 1971, he married the love of his life – Maria Aracely. After arriving back from their honeymoon with $10 to their name, they got to work. Jointly, they built a loving home and raised a caring, hardworking and honest family of four children with their first child being born in 1974. Baldemar was the pillar of the family, always providing advice and helping with anything his children needed at a moment’s notice. He provided them what they needed to get through the education of their choosing. Baldemar rejoiced seeing them establish their successful careers and then begin families of their own. His children, along with their spouses, were his pride and joy. He looked forward to the weekends so he could be home for his children to visit after running errands with his wife. He was blessed with 8 grandchildren, all of which he adored. He held them, played with them, and taught them how to paint, climb ladders, dance and ride bikes. In 2017 he suffered a great tragedy by losing a beloved grandson. While he always carried this in his heart, Baldemar’s strength held the family together and guided them through this difficult time. Baldemar had a beautiful and kind soul that touched many people. In addition to always being there for his wife and children’s families, he would always find ways to help close friends. Often he would disappear for hours, only for us to learn he had been at a friend’s home checking in on their health, trying to start up an old car, fix a leaky faucet, or just discuss the happenings of the neighborhood. Baldemar loved the outdoors and never wanted to sit idle. Whether doing yard work, doing his morning walks, fixing something or on the back porch on the phone with his brothers and sister, he was outside! He enjoyed October baseball, watching the Mexican National Team in the World Cup every four years and the daily news, all with his wife by his side. Baldemar was preceded in death by his parents, Manuel and Agapita Guerra, his sister Marbella Guerra, brother Alfredo Guerra, and grandson Cesar Guerra. He is survived by his loving wife of 48 years, Maria Aracely, children Baldemar (Karla), Luis (Marlene) Lisbeth Garcia (Jose), Ivan (Leslie), and grandchildren Baldemar, Leslie, Cecilia, Aleyna, Eliana, Isabella and Cristian. He also leaves behind brothers, a sister, cousins, nieces, nephews and numerous friends who will miss him dearly. -------- Baldemar Guerra fue a descansar con el Señor la mañana del 15 de Diciembre del 2019 en Houston, Texas. Baldemar nació en Los Guerra, Tamaulipas, México el 13 de Octubre de 1948, siendo el quinto hijo de nueve de Manuel y Agapita Guerra. Los valores de una fuerte ética e integridad laboral fueron inculcados muy temprano por sus amados padres para ayudar a la familia a avanzar. A principios de la década de 1960, Baldemar tomó la decisión de comenzar a trabajar en los Estados Unidos para poder proporcionar más a su familia inmediata y planificar su futuro. Su trabajo comenzó en las ciudades fronterizas del sur de Texas, lo llevó a los campos frutales de California y finalmente lo llevó a Houston, donde se plantarían sus raíces. Después de trabajar en el golfo de Champions como jardinero durante varios años, Baldemar aprendió y dominó el oficio de la pintura residencial. Con los años, trabajó para varias compañías de pintura que trabajan en muchos vecindarios del área de Houston hasta formar su propia compañía a fines de la década de 1980. Allí sería su propio jefe hasta la jubilación. Durante este tiempo formó innumerables amistades que serían parte del resto de su vida. En 1971, se casó con el amor de su vida, María Aracely. Después de regresar de su luna de miel con $10, se pusieron a trabajar. Juntos, construyeron un hogar amoroso y criaron una familia cariñosa, trabajadora y honesta de cuatro hijos con su primer hijo nacido en 1974. Baldemar fue el pilar de la familia, siempre brindando consejos y ayuda con todo lo que sus hijos necesitaban. Él les dio lo que necesitaban para obtener la educación que quisieron. Fue un orgullo para el al verlos establecer sus carreras exitosas y luego formar sus propias familias. Sus hijos, junto con sus parejas, eran su mas grande orgullo y alegría. Esperaba con ansias los fines de semana para poder estar en la casa para que sus hijos lo visitaran después de hacer mandados con su esposa. El fue bendecido con 8 nietos, todos los cuales adoraba. Los abrazaba, jugaba con ellos, y les enseñó a pintar, subir escaleras, bailar, manejar y andar en bicicleta. En 2017 sufrió una gran tragedia al perder a un querido nieto. Siempre llevo esto en su corazón, pero la fuerza de Baldemar mantuvo a la familia unida y los guio a través de este momento difícil. Baldemar tenía un alma hermosa y noble que conmovió a muchas personas. Además de estar siempre allí para su esposa y sus hijos, siempre encontraría maneras de ayudar a sus amigos cercanos. Muy seguido se desaparecía por horas, solo para dar nos cuenta que había estado en la casa de un amigo revisando su salud, ayudando con un carro, arreglando plomería o simplemente discutir las noticias del Ranchito. Baldemar amaba andar afuera y nunca quiso quedarse inactivo. Ya sea que trabajara en el yarda, fuera a caminar, arreglando algo o en el porche hablando por teléfono con sus hermanos y hermana, siempre afuera. Disfrutaba mirar el béisbol, viendo el futbol de la la selección Mexicana cada cuatro años y las noticias diarias, todo con su esposa. Baldemar fue precedido en la muerte por sus padres, Manuel y Agapita Guerra, su hermana Marbella Guerra, su hermano Alfredo Guerra y su nieto Cesar Guerra. Le sobreviven su amada esposa de 48 años, María Aracely, sus hijos Baldemar (Karla), Luis (Marlene) Lisbeth Garcia (Roberto), Ivan (Leslie) y sus nietos Baldemar, Leslie, Cecilia, Aleyna, Eliana, Isabella y Cristian. También deja atrás hermanos, una hermana, primos, sobrinos, sobrinas y numerosos amigos que lo extrañaran muchísimo. ------------ The Addison family and staff of Magnolia Funeral Home extend condolences to Baldemar's family and friends during this difficult time.